Y EL TURISMO, ¿PARA CUÁNDO?
El Perú superaba los 2.2 millones de turistas extranjeros el 2010, mientras Chile y Colombia no tenían más de dos millones de visitantes. El 2018, nuestro vecino del norte, recibió 5.7 millones y el país del sur 6.5 millones, mientras nosotros llegamos a 4.5 millones de turistas extranjeros. Todo hace prever que lo más probable es lograr los 5.5 millones de visitas para el 2021 y que será difícil alcanzar la meta de recibir 7 millones de turistas de cara al Bicentenario.
Este panorama implica que tenemos que hacer un profundo análisis sobre lo que está sucediendo en nuestro país; pero además reflexionar sobre lo que no estamos haciendo bien para poder generar un crecimiento de dos dígitos en el sector turismo.
Desde nuestro punto de vista -compartido con los objetivos de la Red Peruana de Negocios (RPN), de la cual formamos parte-, consideramos necesaria una reformulación del Plan Estratégico Nacional de Turismo y un relanzamiento de PromPerú, a fin de redefinir su visión, modernizar e innovar productos turísticos e ir por una promoción por segmentos o nichos de mercado.
Se requiere no solo mayor inversión en promoción sino en diversificación de la oferta, mejorar nuestro alcance a la demanda, apoyados por una infraestructura competitiva y una mejora en la calidad de los servicios turísticos.
Es bueno tener metas ambiciosas que se podrían concretar en la medida en que se tomen acciones basadas en una aguda y agresiva planificación. Seguimos con la tradicional comercialización de los mismos nichos de mercado: cultural y de aventura.
No debemos insistir en concentrar el turismo receptivo bajo el foco de Cusco y Machu Picchu cuando la oferta debe diversificarse poniendo en valor el Circuito Norte Amazónico e impulsar Ayacucho, Arequipa, Puno y recuperar Ancash como destino de andinismo, el cual perdimos por la informalidad, mala calidad e inseguridad en la prestación de servicios.
El Perú es un país boutique, no un destino masivo: en los últimos años, hemos desarrollado incipientemente algunos nichos de mercado como turismo gastronómico y de reuniones. Sin embargo, no estamos trabajando en desarrollar la infraestructura adecuada, ni en identificar otros segmentos que tienen mayor gasto y a los que aún no hemos llegado a atraer o tenemos una tímida participación, como el mercado de lujo, los viajes de crucero, el avistamiento de aves, la industria de convenciones y conciertos o el turismo deportivo para ser sede de campeonatos de surf, pesca, rollers, skate, urban games, entre otros. Debemos ser innovadores y pensar en segmentar mercados también para los millennials y centennials.
Tenemos potencial por desarrollar, pero ello involucra la participación de distintos actores del ámbito público que trabajen en coordinación con los privados, así como un cambio de chip por parte de los funcionarios y los empresarios en la visión conjunta que debemos tener para atraer turistas en la cantidad y calidad deseada. Ratificamos nuestro compromiso de impulsar la agenda de prioridades que coadyuve a consolidar al Perú como destino turístico competitivo, sostenible y seguro.
Carlos Canales / Business Brokers – Partner de la Red Peruana de Negocios.
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