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INFORMALIDAD VS. DESARROLLO PAÍS

Felipe Aguirre Del Pino (*), Business Broker – Partner de la Red Peruana de Negocios (RPN), elaboró una columna de opinión publicada en el Diario Expreso(*), donde realizó un análisis entre la informalidad vs el desarrollo del país.

A menudo nos cuestionamos sobre qué debemos hacer para reducir la brecha de la informalidad del empleo en el Perú, constituyendo ésta en una gran barrera para la generación de un desarrollo sostenible de negocios (léase: hacer empresa seriamente), así como de la creación de más puestos de trabajo y por ende mayor bienestar de nuestra sociedad y la prosperidad en el país. En primer lugar, saltan las voces respecto a que nuestra legislación y los beneficios que amparan a los trabajadores resultan en costos excesivos para los que hacemos empresa (empleadores). Podemos estar de acuerdo o no, pero ésta sola razón no justifica el uso de prácticas informales. Por otro lado, aparecen los comentarios respecto a la rigidez de los contratos formales, los que -al ser onerosos en el costo de la desvinculación- desalientan por sí mismos formas de contratación formal.

Empecemos por desterrar algunos mitos: ni los costos laborales en su conjunto, ni el elevado costo del despido, constituyen por sí mismos los condicionantes de la informalidad. Existen países del entorno cercano al nuestro con similares o mayores costos laborales, pero con índices de informalidad muchos menores al nuestro. Y -en segundo término- para los efectos de una desvinculación menos onerosa existen también formas de contratación en el Perú que, bien empleadas, permiten reducir ese impacto en el costo laboral. Entonces, ¿Por dónde comenzar un cambio que permita reducir la informalidad en el País, sin complicar aún más el marco normativo laboral? La respuesta es simple: en un cambio cultural.

La colectividad empresarial debe comprender que la base del éxito de una organización radica en la productividad y motivación de su gente, siendo por tanto su valor principal. Basados en una cultura de respeto podemos exigir como empresarios el mayor compromiso por la productividad de nuestros trabajadores y fomentar a su vez una cultura de valores positivos que se transmiten de generación en generación, haciendo de este cambio cultural una palanca hacia el desarrollo. El Estado por su parte, debe poner énfasis en una mayor y mejor fiscalización allí donde el empleo acusa los mayores índices de informalidad, como por ejemplo en los sectores servicios y comercio (60% de la masa laboral), donde se concentra el grueso de las oportunidades de empleo en nuestro país, sea con incentivos a la formalización o en lo contrario, aplicando sanciones severas a quienes incumplan con ello. Hacer empresa en nuestro país es un reto serio, nadie lo niega, pero quienes lo hacemos confiamos que la formalidad y el respeto a las reglas de juego son el único camino para lograr objetivos sostenibles y de alto impacto en nuestros negocios, pero sobretodo en las personas.

Hace un tiempo atrás, no muy lejano, todos los conductores empezaron a usar sus cinturones de seguridad mientras manejan. ¿Cómo se produjo un cambio cultural tan repentino? A través de una campaña de concientización sobre los beneficios de usar ese dispositivo de seguridad. ¿Será difícil empezar un cambio cultural sobre los beneficios que mayor formalidad depara para el bienestar de nuestro país?. Comencemos a crear conciencia de ello como primer gran paso para lograr está transformación; nosotros como empresarios somos los agentes de cambio naturales que debemos asumir el reto: nuestro Perú lo necesita.

 (*) Business Broker – Partner de la Red Peruana de Negocios (www.rpn.pe)


(*) Puede visualizar la publicación en el siguiente enlace: http://bit.ly/2ueFEIT